Es capaz de soportar las desavenencias y dolores al momento de traerte al mundo.
Es capaz de no dormir cómodamente ni lo suficiente, para velar tus sueños alegremente.
Una madre es capaz de salir bajo las más grandes tormentas, para aliviar tu dolor cuando te enfermas.
Es capaz de tener la paciencia nunca antes soñada, para llevarla contigo hasta dar tus primeros pasos, tu primera palabra.
Es capaz de aprender nuevamente lo que una vez vivió, sólo para ayudarte en tus tareas.
Es capaz de sacrificar muchas cosas con tal de ver realizar tu más grande deseo.
Es capaz de disfrazar una lágrima con una alegre sonrisa, tan sólo por no preocuparte.
Una madre es capaz de dar el más sabio consejo, si tan sólo tú se lo pides.
Es capaz de ser amiga y madre al mismo tiempo.
Es capaz de sentir si estás en peligro y algo no te conviene, aunque tú a ella no se lo digas; ella lo siente.
Es capaz de enfrentarse hasta al más grande monstruo, el más horrible de los peligros por tan sólo defenderte y protegerte.
Es capaz hasta si es preciso, dar por tí la vida con tal de que seas feliz y darte oportunidad para que vivas.
Como lo hizo desde el comienzo, cuando supo que tú en ella estabas dentro.
¿Sabes de lo que es capaz una madre?
Es capaz de hacerle pronunciar a un pequeño bebito la más dulce palabra y luego enseñarle hasta que esté adulto el significado de esa palabra.
“Madre”, que fácil es pronunciar su nombre, pero qué difícil es descubrir el valor que se escode debajo su rostro, debajo de su piel, dentro de sus sentimientos. Es una mujer igual que las demás, sin embargo, sus valores, sus virtudes y sus grandes hazañas la convierten en el ser que más se asemeja a su creador.
Su entrega es total, nunca se reserva nada para sí, lo da todo sin esperar recompensa alguna. Pero, es preciso hacer un stop, después de haber resaltado los atributos que tiene en sí misma la madre, y luego preguntarse: ¿Qué es una madre?, ¿Por qué todavía hoy se hace difícil reconocer el lugar que le corresponde en la sociedad? O ¿Sé conoce realmente el verdadero valor que posee la madre?
Estas preguntas, pocas personas se la han planteado en el transcurso de sus vidas, tal vez, porque al tenerla diariamente en sus vidas, resulta fastidioso y a la vez rutinario cuestionarse, quién es esa mujer que se preocupa por todo día y noche.
Es penoso saber que para muchos las madres sólo adquieren su valor en el mes de mayo. Al parecer madre es una fiesta que hay que celebrar cada año, especialmente para los que no disfrutaron la oportunidad de apreciarla y compartir con ella un agradable momento, y de esta manera suelen darle un poco de aliento en el día de las madres, y digo aliento, porque los demás meses, es decir, los onces meses restantes del año, nadie se fija en ellas.
Son pocos los valientes que resaltan su dignidad, sus cualidades, sus méritos porque la mayoría de los hijos sólo las utilizan, las humillan, las maltratan, las desprecian, incluso, muchos han preferido vivir lejos de ella, ya que, esta mujer resulta a veces un estorbo, una carga, una espina en sus vidas. No obstante, ante tales acusaciones, la madre se mantiene fiel a sus principios.
Es sorprendente el valor que posee esa mujer, que los seres humanos llaman madre, y que alegría saber, que no todo es maldad, que no todo es violencia, que no todo está perdido, que de verdad existe la esperanza, que hay motivos suficientes para seguir amando, ya que, desde una humilde casa hasta en una gran mansión, se encuentra una frágil mujer que, desde el silencio construye vida, hace cosas valiosas con sus simples palabras y con su tierna voz, y todo lo realiza sencillamente con dos armas poderosas, que son la que hacen de ella una mujer admirable, las cuales son: “La fe y la voluntad”. Por medio de ellas, las madres mueven el mundo, ofrecen esperanza, y abriendo el camino que conduce a la felicidad de todos los seres humanos.
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